A todos nos han llegado noticias y hemos reflexionado en muchas ocasiones sobre la rentabilidad de la banca. Y me entró la curiosidad de comparar esa rentabilidad con la de las empresas productivas, las de la economía real (no quiero decir que la banca sea irreal, por supuesto).
Vamos a realizar un pequeño cálculo acerca de la rentabilidad que obtiene un empresario medio en comparación con el rendimiento que obtiene un banco de esa misma empresa.
Según datos agregados de 2013 de la Central de Balances del Banco de España, los gastos financieros representan el 3,4% sobre los ingresos en las empresas en España, el mismo porcentaje que el beneficio sobre ventas. Es decir, en una empresa que factura 10 millones de euros, su beneficio después de impuestos es de 340.000 € y los gastos financieros y bancarios son también 340.000 €.
En esa misma empresa media los fondos propios (es decir, el capital más los beneficios no retirados) son el doble que la deuda bancaria. El empresario ha comprometido el doble de dinero que el banco en el negocio, con la diferencia de que en caso de dificultades el empresario pierde su capital y el banco reclama su parte.
Finalmente, la rentabilidad del empresario, calculada como el cociente de su beneficio antes de impuestos sobre los fondos propios, es del 4,8%. Si calculamos la rentabilidad del banco como el cociente de lo que ha percibido de gastos financieros y bancarios entre la deuda bancaria media, vemos que ha ganado el 8,6%.
No es más que un juego contable, ya lo sé, pero llama la atención que el banco obtenga casi el doble de rentabilidad sobre el mismo negocio que el empresario, ¿no?
