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Lo habitual es que los saldos de las cuentas bancarias en la contabilidad de la empresa no coincidan con el saldo que nos presenta el banco. Diferencias de fechas y de criterios de imputación de los cobros y pagos entre el banco y la empresa originan partidas que aparecen reflejadas de forma diferente entre la contabilidad y el extracto bancario.

 

El proceso de conciliación bancaria sirve a la empresa para controlar la concordancia entre las operaciones que le carga y abona el banco respecto a las operaciones que contabiliza en sus cuentas bancarias.

conciliacion de saldos en cuentas bancarias

Pero no basta con detectar esas diferencias de partidas entre el banco y la empresa, sino que hay que analizar las causas de la existencia de las diferencias, lo que nos proporcionará información muy valiosa sobre la gestión de la empresa.

a)    Partidas antiguas no conciliadas. Es muy habitual en todas las empresas el mantener partidas históricas contabilizadas en la cuenta de bancos, como por ejemplo cheques no cargados, o cargos o abonos por importes levemente diferentes al cargado por el banco, etc.

Esas partidas antiguas dificultan el control y el seguimiento de las cuentas contables y bancarias.

En caso de que las encontremos, recomendaremos que las reclasifiquen a otra cuenta contable (que puede ser 5555 Partidas en disputa, o similares) para que la cuenta contable concilie correctamente con la bancaria.

 

b)    Políticas contables erróneas. A veces aparecen partidas de conciliación que no pudieron conciliarse automáticamente porque la cuenta de cargo o abono utilizada por el cliente no es una cuenta que tengamos establecida en la tabla de equivalencia de cuentas contables con operaciones. Por ejemplo, en casos de regularizaciones contables (por ejemplo, retrocesión de gastos bancarios) la empresa utiliza la cuenta de gastos bancarios con signo negativo, o acreedor en lugar de deudor, cuando debe utilizar una cuenta de otros ingresos.

Recomendamos que utilicen correctamente las cuentas contables, lo cual redundará en facilidad a la hora de realizar la conciliación bancaria, y en una mejor presentación contable.

 

c)    Criterios contables discrepantes con los cargos bancarios. En ocasiones la empresa realiza desgloses o agregaciones contables en la cuenta de bancos, que hacen que los importes no coincidan con los cargados o abonados por el banco. Por ejemplo, cuando el banco carga el recibo de un préstamo, en que en la cuota incluye capital e intereses y gastos, en la cuenta de mayor del banco deberá estar un único apunte, si bien la contrapartida debe ser por un lado la amortización de capital, por otro intereses y por otro los gastos. Pues en algunas empresas hacen el apunte dividido en tres, de forma que en la cuenta de mayor del banco anotan tres movimientos, cuando se ha producido un solo cargo bancario. Esta práctica nos obligará a conciliar manualmente los tres apuntes contables con el cargo bancario..

 

d)      Cálculos contables erróneos. Diferencias en previsiones de gastos financieros o costes bancarios calculados por la empresa, que no coinciden con los cargados por el banco, y aparecen, por tanto como partidas de conciliación, son una fuente fantástica de información para detectar posibles errores en las liquidaciones y gastos de los bancos, o en los métodos de cálculo de la empresa.

 

Por supuesto, contamos con que la empresa utiliza un programa contable o ERP que le realiza la conciliación bancaria automáticamente. Pero además, deberemos disponer de una herramienta, como el Integrador Bancario de Tesoralia, que nos realice la descarga automatizada de los ficheros de movimientos bancarios (normalmente en formato Norma 43 de AEB) para integrarlos en el ERP y proceder al proceso automático de conciliación. En caso contrario perderemos mucho tiempo visitando cada banca electrónica para generar y descargar los ficheros de movimientos bancarios, lo que se traduce en mayores costes de administración y menor eficacia

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